El Complejo habitacional "Alfredo Palacios", conocido comúnmente como CATALINAS SUR, se encuentra ubicado en el barrio de la Boca, C.A.B.A., Argentina.
El conjunto, está delimitado por las calles: Necochea, 20 de Septiembre, Ministro Brin, Juan M. Blanes, Caboto, Av. Pedro de Mendoza, Gualeguay, Arnaldo D'Espósito, Pi y Margall y las vías del Ferrocarril General Roca, en el barrio de La Boca, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Catalinas Sur es un conjunto urbano de 2200 viviendas distribuidas en 28 edificios y 5 tiras de casas bajas, construido entre 1962 y 1965.
Posee una buena calidad constructiva y el grado de urbanización ha ido mejorando con el tiempo dada su excelente ubicación, a pocos minutos del centro de la ciudad y a metros del nuevo barrio, también residencial, de Puerto Madero. Posee las características de un pueblo, dado que cuenta con su centro comercial, dos escuelas, su parroquia, varias plazas y buenos servicios de salud en sus adyacencias. Los usos comunes de estos espacios confieren a los habitantes del complejo la posibilidad de compartir hechos y circunstancias comunes, por lo que la generación de vínculos de vecindad es muy fluida.
A estos hechos positivos, se agrega que el espacio público, jardines y calles peatonales, ha sido pensado con una actitud sensible a las necesidades de relación, apropiación e identificación, propios de este distrito.
La atmósfera plácida que se ha creado dentro de sus límites, nada se parece a la situación de ciudad circundante. Las torres y la arboleda sirven como barrera acústica, dan cobijo a múltiples especies de aves y crean un clima distinto al del entorno.
ASPECTOS CONSTRUCTIVOS
Se inscribió en el Plan Municipal de Vivienda de la década del ´60, destinado a sectores con cierta capacidad de ahorro previo, instrumentado por concursos para empresas constructoras asociadas a estudios de arquitectura. El proyecto ganador correspondió a los Arqs. Kocourek, Susta e Ing. Garrone. Es un buen ejemplo de racionalización del sistema constructivo tradicional que posibilitó un ahorro del 25% en el costo de obra sin desmedro de la calidad constructiva. Catalinas Sur es hoy un conjunto barrial consolidado que funciona integrado en el contexto urbano de inserción, -fortalecido por el “mix” de las torres con viviendas individuales en dúplex, que terminan de articular el conjunto al barrio y entre sí-, y donde podemos verificar que no necesariamente las altas densidades conllevan un desajuste. Por otra parte la localización inicial en un área con cierto grado de deterioro, se ha visto fortalecida en el tiempo por su cercanía al microcentro, y por las obras de revalorización de La Boca (Distrito de las Artes), y área Sur que han dinamizado la zona, muy próxima a Puerto Madero.
El Complejo Habitacional Catalinas Sur fue diseñado como un microbarrio, un núcleo independiente según las ideas para el desarrollo urbano y vivienda de la época, compuesto por una serie de edificios de doble cuerpo de 11 plantas (ubicados en 4 grupos de 4 edificios en disposición cuadrilátera, y 3 grupos de 2 edificios alineados), otra de 6 torres de un solo cuerpo de 12 plantas, y 5 conjuntos de casas de dos plantas, una escuela pública proyectada por Juan Manuel Borthagaray (la Nº8 del D.E. 4º, que lleva el nombre de su fundador, el filántropo Carlos Della Penna) y una parroquia (Nuestra Señora Madre de los Emigrantes, inaugurada el 3 de diciembre de 1967). Posee pasajes peatonales propios, jardines y plazas internas. Las obras se iniciaron en mayo de 1962. Los primeros departamentos fueron habitados en 1963, en plena edificación del barrio que terminó de construirse en 1965.
DATOS CATASTRALES
Plano escala 1:2500
Los monobloques no presentan características diferenciales a las construcciones de este tipo, con excepción de las celosías y la multiplicidad de colores, característicos del barrio de La Boca, pero no inciden en el paisaje pues se encuentran en un extremo del Barrio de La Boca.
Senderos, caminos, veredas perimetrales, playas de estacionamiento y redes de riego para los jardines han otorgado al lugar una completa urbanización que enriquece el paisaje lindante, pudiendo considerarse hoy como uno de los principales pulmones verdes de la zona sur de la ciudad.
El barrio Catalinas Sur representa una de las más exitosas intervenciones urbanas de los últimos 50 años. Ese es el resultado de una serie de factores que se nuclearon de manera armónica y racional, a tal punto de conformar un polo residencial de características distintivas y valoradas, en lo que a calidad de vida se refiere, dentro de uno de los barrios marginados de la ciudad. Hoy, ese carácter le confiere una capacidad adecuada para actuar como transición entre La Boca y Puerto Madero.
La propuesta arquitectónica combinó edificios en torre, aislados o apareados, de diferentes estructuras funcionales, junto a tiras de viviendas unifamiliares, con un correcto emplazamiento como para privilegiar los espacios verdes y preservar otras áreas destinadas a actividades comunitarias. En muy corto plazo se completó la fisonomía de un conjunto que agrupa viviendas, comercios, edificios educativos, religiosos, culturales, complejos deportivos y recreativos, dotado de amplias áreas forestadas y parquizadas, con senderos peatonales y zonas para estacionamiento vehicular, que junto al vecino hospital Dr. Cosme Argerich, logró consolidar su propia estructura urbana.
Los edificios, de perímetro libre, fueron planteados según las más variadas necesidades en cuanto a la composición familiar. Se dispusieron, en proporción a la demanda, unidades de uno, dos, tres y cuatro ambientes, con una clara distribución, en las torres apareadas, de planta baja y 10 pisos; y unidades de 4 ambientes en los edificios aislados, que cuentan con la particularidad de dejar la planta baja libre, favoreciendo aún más las transparencias y comunicación entre espacios verdes. Las viviendas unifamiliares se organizaron en tiras de ocho unidades cada una y en dos niveles, con la misma coherencia proyectual de las torres.
Desde el punto de vista constructivo, los edificios, fieles al movimiento moderno, enfatizan la estructura de hormigón armado, con muros de cerramiento de ladrillos revocados, haciendo uso del color como elemento distintivo. Aventanamientos de tamaños controlados, en los que predomina el eje vertical y persianas de celosía, como dispositivo de oscurecimiento, completan la fisonomía de las fachadas.
