Año 2011
A esta altura se llenó de gente
con cascos que empezaron a tomar medidas, a hacer Zanjas, llegaban máquinas y
camiones por todos lados, empezaban a levantar cosas altas parecidas a un
esqueleto cuadrado que empezaban a tapar el paisaje de todos los días.
Debo confesar que estaba bastante
asustado aún seguían sacando árboles y plantas, lo que la verdad sentía es que
llegaba mi fin, ya que los tiraban a un costado como si fueran un yuyo.
Pasaron muchos días para que
empezaran a trabajar donde yo estaba, empezaron tomando medidas y haciendo
zanjas muy profundas a solo vía de por medio. De repente se acercaron unos
hombres con casco que empezaron a discutir entre ellos y no dejaban de mirarme,
muerto de miedo esperaba lo peor, se fueron y respire, al otro día vinieron dos
que pusieron unos hilos a mi alrededor y empezaron a cavar una zanja con esa
forma que después supe eran dos triángulos uno adentro del otro, yo los miraba
de arriba (claro yo no les había dicho que yo nací sobre una montañita de
tierra) pero a esta altura creo que ya hasta me miraban con cariño, llenaron
las zanjas y empezaron a levantar una pared , en su interior lo rellenaron con
tierra. La verdad que me sentía como un rey erguido en el medio, hasta parecía
más importante, ahora frente a mi tenía una calle de tierra y empezaban a hacer
enfrente una placita para los niños entre la vías y un paredón, cruzando esas
vías, y junto a las canchitas de tenis se mantenía un gran terreno lleno de
yuyos con una cancha de futbol y dos viejos amigos que nos veíamos siempre: un
árbol de moras y uno muy grande que me vio nacer, ahí no hicieron nada.
Ya a mi costado derecho vías de
por medio se erguía un gran edificio, el cual a cierta hora del día me hacía
sombra sin dejar pasar el sol lo cual no me gustaba mucho.
De a poco se fueron todos los
ruidos y con excepción de alguna vez de tanto en tanto ya el silencio era
total, la verdad daba miedo ver esas moles de cemento, la pregunta era: ¿Para qué
son, de que servían?
Un día mientras despertaba por la
mañana lo cual confieso siempre me costaba un poco, aparecieron de repente
camiones enormes y camionetas de las cuales comenzaron a bajar cosas y a
aparecer mucha gente con chicos y volvió el ruido, pero era un ruido distinto
por momentos hasta más agradable; en ese momento me di cuenta cual era el uso
ya que entraban sus cosas y no volvían a salir, entonces la gente vivía ahí
adentro, que feo no estaban al aire libre ni disfrutaban el sol, para mí una
cosa de lo más rara.
De esta manera empezamos a
convivir, los muros de cemento a mí alrededor les servían de asiento para
descansar o para conversar, pero de pronto empecé a verme rodeado durante el
día de niños, venían con sus autos y otros juguetes, reían, gritaban y se veían
felices, despreocupados de su alrededor, yo me divertía viéndolos y lamentaba
no poder compartir con ellos. Escuchando empecé a aprender cosas, como que la
mole que estaba a mi lado se llamaba MONOBLOCK 14 y empezaba a conocer los
nombres de esos niños, los primeros que me supe fueron Patricia, Yolanda,
Gustavo, Fredy y Daniel (negro),pero enseguida se sumaron Silvia, Luis,
Norberto, Laura, Carlos, Gaby y así se fueron sumando con el curso de los años
por ej: Mario, Eduardo, Cacho, Juan Carlos, Renato Otito, Alberto, Mionca,
Mirtha R, Judith, José, Marcelo, Carlos P., Claudio, Malena, Leonor, Alicia,
Gladys S, Ester, Mirtha E, Gladys A, Liliana y muchos más que ya no recuerdo.
Algunos hicieron una pasada rápida como primos/as, hermanos/as y amigos de
otros barrios:(tengan paciencia pasaros
46 años mi memoria no es la misma).
Lo que les puedo decir que he
sido testigo de muchos secretos he presenciado parejitas que se formaban, de
otras que se peleaban, de amigos que se celaban, de abrazos, de besos, de
inocencia, de picardías, de maldades, de bondades y de todo aquello que
conforma la vida y el crecer.
Bueno me adelante un poco:
todavía me falta comentarles cómo se formó el nombre: asociaron el edificio 14
con el triángulo y así nació EL TRIANGULO 14, no me pidan que les diga quien lo
hizo porque la verdad no lo sé, creo que fue natural, él lugar se convirtió en
el centro de reunión y pronto ya se hablaba de la BARRA DEL TRIANGULO 14, esta
barra que también se adueñó de la plaza de enfrente era bastante respetada ya
que muchos pasaban pero no paraban; yo escuche de otras barras como la DE
PREFECTURA, DE LA CANCHITA, LA DE EMIGRANTES y varias más, pero lo bueno de esa
época era que todas respetaban sus espacios y casi nunca se enfrentaban.
Aprovecho para decir que nunca
estuve de acuerdo con ese nombre ¿por qué no fue? EL ÁRBOL DEL 14 o EL ÁRBOL
DEL TRIANGULO 14, le dieron todo el protagonismo a algo frío y sin sentimientos
como un bloque de cemento y ladrillos, me di este permiso por que debo confesar
que siempre estuve celoso del triángulo, de ese cariño con que se le trata.
Entonces los vi crecer, ir al
jardín, la primaria, el secundario, algunos a la facu, los vi de uniforme
cuando les toco el servicio militar, vi pasar novias y novios, maridos, esposas
a algunos sus hijos, de los cuales podría contar cientos de anécdotas buenas y
malas, pero muchos también fueron desapareciendo y fueron pasando los años, ya
pocos pasaban por acá, cada tanto alguno veía. Un día tomaba sol tranquilo, no
hace más de tres años y de repente vi acercarse varias personas que se dirigían
hacia acá; a lo lejos reconocí a algunos de esos niños, ya hombres y mujeres,
al llegar se sentaron en este viejo triangulo para tomarse una foto, me
conmovió hasta las lágrimas. Verlos ya padres de familia, juntos y con aquel
mismo amor a su lugar, divertidos y sonrientes, algunos no los conocía pero no
importaba: ¡me sentí feliz!, llenaban este espacio como nadie lo había hecho en
muchos años. Desde esa vez los vi pasar más seguido y estuvieron varias veces
sacándose fotos acá, en este lugar que después de 46 años, fue, es y será por
siempre el TRIANGULO DEL 14 y SU BARRA”.
“CON TODO MI AMOR PARA MIS AMIGOS
DE SIEMPRE Y EN MEMORIA DE LOS QUE YA NO ESTAN CON NOSOTROS”.
Comentarios
Publicar un comentario